¿QUIÉN ERA CANCERBERO EN LA MITOLOGÍA GRIEGA?

Mitología griega

La mitología griega está llena de monstruos y seres fantásticos y cancerbero, era uno de ellos.

También conocido como cerberos o cerbero, este era el perro que según la mitología griega pertenecía a Hades y habitaba con él en el inframundo. Se describe como un perro gigante con 3 cabezas, aunque también existe la versión de que poseía 50 cabezas y en lugar de cola lleva una enorme serpiente.

Cancerbero no es simplemente la mascota de Hades, sino que tiene una tarea en específico. Su misión es cuidar las puertas del inframundo y evitar que los vivos puedan entrar o que los muertos puedan salir. Este tenía la orden de devorar a cualquier ser vivo o muerto que intentara cruzar la puerta del reino de Hades. Sin embargo, existe la leyenda de que Heracles logró atravesar esta puerta gracias al entrenamiento con los elusinos, quienes le enseñaron a entrar y salir usando su fuerza para capturar al perro guardián. Este tuvo que emplear sus manos para estrangularlo hasta que callera desmayado, así pudo rescatar a Teseo quien estaba recibiendo un castigo por intentar secuestrar a Perséfone junto con Piritoo. Heracles también intentó rescatar a este último, pero cuando estaba haciéndolo, la tierra empezó a temblar y tuvo que desistir de su intento.

Supuestamente, Hades consintió que este fuera el duodécimo trabajo de Heracles, con la condición de que no podía utilizar ningún arma para lastimar a cerbero.

Otra leyenda indica que Orfeo encantó a cerberos con su música y también logró atravesar.

Ascendencia de cancerbero

Según el poeta Hesíodo, mismo que descubre al cerbero con 50 cabezas, este era hijo de  Equidna y Tifón, y su nacimiento ocurrió después del de su hijo Orto (otro sabueso, pero con dos cabezas). También se enumera como hermano de la esfinge, un monstruo con cabeza de humano y cuerpo de león.

Representación del cerbero

 Existen varias contradicciones con respecto a la representación de este monstruo mítico. Por ejemplo, Píndaro, contradice a Hesíodo, diciendo que tiene 100 cabezas y no 50, posteriormente otros autores lo describen como un monstruo de 3 cabezas y que el resto eran, en realidad, cabezas de serpientes que salían desde su espalda. Sin embargo, esto último, se cree que fue por razones prácticas, ya que así era más fácil representarlo artísticamente.