¿Qué es discernir el cuerpo de Cristo?

Discernimiento del cuerpo de cristo

Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 1 Co 11: 29 y 30. Instituto Bíblico de la Iglesia Cristiana Maranata - Trabajo de Niños, Intermedios y Adolescentes – Iglesia, Cuerpo Vivo - 1ª clase.

Para el cristiano practicante, la eucaristía durante la misa es un momento realmente importante, porque es el momento en que recibe, simbólicamente, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, quien se sacrificó y murió en la cruz para la salvación de la humanidad. Al participar en esa comunión con los demás feligreses, el católico establece el compromiso de vivir y de actuar de acuerdo a los preceptos de la Iglesia, según sus mandamientos, especialmente el que se vincula con el amor al prójimo.

Por lo tanto, cuando nos referimos a discernir el cuerpo de Cristo, hacemos el compromiso de reconocerlo en nosotros, en tanto actuemos como él lo hizo mientras se hizo hombre y vivió en la tierra, es decir, en tanto podamos reconocerlo con fe y caridad.

Como lo señalase el papa Benedicto XVI en su carta encíclica Deus caritas est, la mística del sacramento está estrechamente vinculado a su carácter social, al concepto cristiano de comunidad y de caridad. Cuando quienes comulgan no actúan de acuerdo a esta noción de búsqueda del bien común, del amor al prójimo, están recibiendo la eucaristía de manera indigna, “sin discernir el cuerpo del Señor”; discernir el cuerpo de Cristo es actuar en comunión aún con los seres que la sociedad habitualmente desprecia, con los pobres, los enfermos y sufrientes, recibiendo el sacramento de la eucaristía en amor, verdaderamente como un solo cuerpo.

Aquellos que no disciernen el cuerpo del Señor, como señala el texto citado de Corintios, no come y bebe con su comunidad, no es uno con su comunidad, “come y bebe para sí”, lo hace de manera egoísta, sin seguir los mandamientos de la Iglesia. Por esta razón, también se expresa allí, “hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen”. Esta enfermedad y debilidad del espíritu de los que así actúan los hace dormir, no están comulgando con su comunidad, no han entendido el verdadero significado de pertenecer al cuerpo de la Iglesia, la ofrenda simbólica de la última cena, el cuerpo y la sangre de Cristo, su sacrificio, por amor, que se recuerda al recibir la eucaristía.

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