HACEMOS UNA DISTINCION CONCEPTUAL ENTRE DOLOR Y SUFRIMIENTO PORQUE

Sufrimiento y dolor

Entre los sentimientos más íntimos que cotidianamente afectan la vida del ser humano se cuentan el sufrimiento y el dolor. Sentimientos que si bien es cierto que estremecen y conllevan penas y padecimientos muy profundos, también es cierto que fortalecen la capacidad de respuesta del ser humano ante la adversidad y son gesta de madurez, de desarrollo y afloramiento de virtudes implícitas en las reservas primarias que todos guardamos.

El Sufrimiento

Entre lo que caracteriza al sufrimiento, además de ser de naturaleza mental, está que puede permanecer por extensos periodos de tiempo, a veces indefinidos, y estar sujeto a decisiones de quien lo padece en el sentido de concederle permiso para nacer y permanecer, o ponerle fin mediante procesos psicológicos asociados a la admisión de las situaciones detonantes del sufrimiento, dejando la resistencia a orillas del camino.

Esa resistencia que no permite avanzar, que debilita y daña. Esa resistencia que juzga los hechos o lo que no ha ocurrido y que, mediante construcciones mentales al rescoldo del agobio, del rencor y del estancamiento, enjuicia también a otros seres humanos, asignándoles supuestas culpas que no tienen.

La lección más trascendente que el sufrimiento puede darle a cualquier ser humano es que no tiene pleno control de los acontecimientos o circunstancias que lo afectan y lo hacen sufrir, pero sí puede influir sobre su actitud y a través de ella ir reduciendo los hechos a su verdadero tamaño para disponerse un día, tal vez sin darse cuenta, a amanecer sin los amarres y ataduras que no le daban luces sobre otros aspectos valiosos de su vida.

El Dolor

A diferencia del sufrimiento al cual en muchas ocasiones se aferra el ser humano y que tiene matices imaginarios, el dolor es concreto yestá asociado a sensaciones corporales o emocionales tangibles y observables, normalmente transitorias que le causan incomodidad a quien lo padece, que le desagrada y que no desea tenelas. Si el dolor es físico debe considerarse un síntoma de alerta sobre la necesidad de hacerse las revisiones pertinentes para ubicar su origen.

El dolor asociado a lo emocional no es ruidoso, puede llegar a ser muy profundo cuando, por ejemplo, está vinculado a una pérdida que estremece hasta las raíces más profundas del ser humano. Al dolor lo más conveniente es no evitarlo, vivirlo y dejarlo fluir hasta que se transforme en aprendizajes que amplíen el prisma a través del cual se descomponen y se transforman las cosas más importantes del ser humano. Lo importante del dolor es transitarlo, aprender de él lo que haya que aprender, y dejarlo ir, de lo contrario se convertiría en sufrimiento.

De esta manera nos hemos referido a dos conceptualizaciones primarias de todo ser humano: el sufrimiento y el dolor. Ante los dos lo mejor no es luchar, literalmente. Lo más recomendable es convocar la entereza, la reflexión genuina que subyacen a las capacidades de regeneración que también están presentes en la corteza con que a veces hay que afrontar la vida.

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