CUERPO ALMA Y ESPIRITU DIFERENCIA
Cuerpo alma y espiritu diferencia; cuando empezamos a entender, a ser consciente que no solo somos un cuerpo y llega a nuestra vida, el saber que existe el alama y el espíritu y no solo eso, sino que está en nosotros, es algo grandioso, pero además algo confuso antes de que nos expliquen y lleguemos a entender bien que es cada cosa, por eso estamos hoy aquí para explicarte lo mejor que podamos que significa estas tres partes.
Cuerpo alma y espiritu diferencia
Vamos a empezar por el cuerpo, este es el que todos tenemos mucho más claro, ya que es algo evidente, pero vamos a profundizar un poco más:
Cuerpo
El cuerpo (parte exterior) es el órgano externo, por él somos conscientes del mundo y tenemos contacto con el mundo material. El cuerpo contiene el alma y el alma contiene el espíritu.
Nuestro cuerpo contacta las cosas tangibles del mundo material usando los cinco sentidos. Nuestro cuerpo es la parte visible, la parte externa de nuestro ser que contiene al alma, el cual contiene nuestro espíritu.
Hay un lugar en el ser humano en el que dios habita.
El alma
El alma es eterna, es el ser consciente, nuestro yo, interrelacionado entre el pensamiento, la emoción y la libre voluntad. El alma junto al cuerpo está en contacto con el mundo físico a través de los cinco sentidos y el alma está en contacto con dios, a través del nuevo ser espiritual que dios pone en los redimidos.
Nuestra alma percibe las cosas en la esfera psicológica.
Espíritu
El espíritu es la parte más profunda de una persona, por medio de él podemos contactar a dios en la esfera espiritual. Es la parte donde dios habita en nuestro ser. El lugar más profundo del hombre, donde él es él mismo, de tal forma que no es más él sino dios.
Cuerpo alma y espiritu diferencia
En el espíritu, dios mora como espíritu; en el alma mora nuestro yo; y el cuerpo mora nuestros sentidos físicos. Dios nos santifica primero al tomar posesión de nuestro espíritu, mediante la regeneración (JN 3.5-6) luego al extenderse como espíritu vivificante desde nuestro espíritu hasta nuestra alma para saturarla y transformarla (RO 12.2; 2 Co 3.18) y por ultimo al vivificar nuestro cuerpo mortal a traves de nuestra alma (RO 8.11, 13) y al transfigurar nuestro cuerpo con el poder de su vida (Fi 3.21).
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