Que significa hilar fino

En su trabajo, quien hila lo que hace es unificar con sus propias manos varias fibras independientes en un hilo ininterrumpido, de manera que las fibras queden cohesionadas en una hebra de hilo que pueda manejarse con facilidad.

En la antigüedad, la actividad de hilar se asociaba con la mujer, desde los tiempos en que, casi por convención, el hombre se ocupaba de labrar la tierra y la mujer hilaba o tejía. Sin embargo, en la actualidad también los caballeros pueden desempeñarse exitosamente en ese campo de trabajo. Contando con las máquinas, hilar se ha convertido en un proceso industrializado en el que cualquier persona luego de capacitarse puede desempeñarse con éxito.

Lo que interesa destacar, al servicio del objetivo de este artículo, es que al hilar se manejan adecuadamente los materiales con que se cuenta, bien sean naturales, sintéticos o de otra naturaleza, para darle cuerpo a un resultado que en este caso es una hebra de hilo lista para integrarse y cumplir funciones en su contexto. En el proceso de hilar y en su resultado quedan implícitas varias variables importantes como la consistencia de la materia prima, el uso que tendrá el hilo resultante y la destreza de quien hila, entre otras cosas.

Ahora bien, desde el punto de vista lingüístico, ¿qué significado tiene hilar, y más específicamente, hilar fino? Vamos a hablar de eso a continuación.

¿Qué significa hilar fino?

Hilar es un verbo que en español tiene un uso metafórico cuando se relaciona con la capacidad que tiene y manifiesta una persona de unir con destreza las palabras, las ideas y los argumentos que están presentes en el discurrir de una conversación o en un discurso escrito. Cuando al contrario un mensaje verbal o escrito no articula adecuadamente las palabras o las ideas, se podría decir que el mensaje está mal hilado.

En este sentido, la expresión hilar fino se asocia con la competencia que tiene una persona para manejar todas las variables intervinientes al momento de argumentar, de convencer, de justificar. Una persona capaz de hilar fino es un buen negociador por excelencia, muestra facultades especiales para lograr consensos, logra ser minucioso en sus análisis y maneja la exactitud, la sutileza y la discreción solventemente. Todos en nuestro ambiente de trabajo, por ejemplo, hemos conocido algunas personas con estas cualidades especiales. No abundan, pero existen. Además, se puede aprender a hilar fino, aunque sin duda sea un don asociado a características innatas del individuo.

Quien hila fino maneja también una adecuada gestualidad, cónsona, con lo que desea comunicar, con lo que dice o con lo que sugiere. El lenguaje corporal, en este caso, cobra particular importancia.

Cuando, por el contrario, en una situación que lo requiera no se logra articular las palabras, las ideas y los argumentos hacia la consecución de un objetivo y en una mesa de negociaciones, por ejemplo, se desperdician oportunidades de argumentar adecuadamente y no se logran los resultados deseados, se dice que no sé fe capaz de hilar fino.