DONDE HAY EDUACION NO HAY DISTINCION DE CLASE

Donde hay educación no hay distinción de clases

Educación y distinción de clases

Entre las expresiones que se atribuyen al filósofo y pensador chino Confucio, una de las más célebres la escribió con su pluma de educador: Donde hay educación no hay distinción de clases. Lo que significa que antes de la era cristiana, ya se discutía sobre la relación entre la educación y su impacto sobre la sociedad, y viceversa. Una discusión que sigue vigente muchos siglos después, y seguirá siempre.

Educación transformadora

Entendida la educación como el proceso que capacita al individuo para integrarse, como miembro activo y exitoso a su entorno y al sistema productivo de su país, parece natural que sea a partir de ella que se describan y analicen los diversos factores que deben propiciar el acercamiento entre los diversos grupos de la sociedad.

En efecto, una educación transformadora debe fomentar escenarios abiertos al análisis de los factores que pueden afectar el desarrollo de competencias de el individuo. Competencias que se convierten en herramientas para enfrentar la pobreza y la desigualdad, entre otras cosas.

En atención a este compromiso, la educación debe ser afectada por trabajos de investigación que permitan sistematizar las variables que determinan en alguna medida la construcción de conocimientos en el aprendiz.

El Aprendiz

Donde hay educación no hay distinción de clases

Estamos hablando de una educación que evite que el aprendiz establezca vínculos episódicos con la realidad, que procure ser un medio para adquirir aprendizajes cargados de significado, con aprendices inmersos en procesos cognitivos que valoran su participación activa en la construcción de sus conocimientos y conscientes que pueden acrecentar sus aptitudes y por ende su posición en la sociedad a través de la educación.

Sobre los docentes

Hablamos de una educación con docentes capaces de cambiar paradigmas, que actúen como estrategas y mediadores en la formación de los aprendices, que diseñen y promuevan espacios de aprendizaje y medios instruccionales eficientes, propicios para que el aprendiz incorpore los conocimientos a su estructura cognoscitiva y los vincule con sus intereses y necesidades.

Sobre las políticas públicas

Hablamos de una educación respaldada por medidas gubernamentales que la reconozcan como un medio de movilidad social, como catalizadora del progreso individual y comunitario, que otorgue valor a la excelencia y que busquen disminuir las enormes deficiencias en cuanto a la igualdad de oportunidades en el acceso a la escolaridad, que promuevan el aumento de la matricula y combatan la deserción escolar, la pobreza, la marginalidad, la exclusión y que vayan a la par con políticas públicas que busquen una educación formadora de personas capaces, críticas, participativas y con buenas remuneraciones por su trabajo, capaces de crear nuevas estructuras socioeconómicas en la sociedad de que son parte.

La educación de la cual hablamos, una educación de calidad, inclusiva, capaz de desencadenar procesos transformadores, que busque mejorar la distribución de la riqueza; desempeña un papel muy importante en la sociedad al considerársele como gestora de progreso, de capacitación para el trabajo y para la producción de bienes y servicios, y, definitivamente, como medio favorable de acercamiento y disminución de la distinción de clases.

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